Como a estas horas ya habréis leído en todos los medios habidos y por haber quienes fueron los ganadores de los Oscars entregados ayer en Hollywood, me voy a limitar a hacer un breve resumen. Las tres horas y media largas que duró la gala dio tiempo para varios momentos destacados y, aunque no fue la mejor ceremonia de la historia precisamente, al menos tuvo el ritmo suficiente para que no se hiciera pesada. Algo de lo que podrían aprender entregas de premios como los Globos de oro o los premios Goya, que hagan lo que hagan y presente quién presente no hay año que no se hagan eternas.
LO MÁS DESTACADO
Apenas hubo sorpresas en una entrega donde todos los favoritos a los premios principales cumplieron los pronósticos. Se puede hablar de dos grandes triunfadoras sobre las demás aspirantes. Gravity, que se llevó siete estatuillas, todas técnicas, entre las que destacan la fotografía de Emmanuel Lubezki, la dirección de Alfonso Cuarón y la banda sonora de Steven Price. Pero el premio gordo fue para 12 años de esclavitud, bien acompañado por los de mejor guión adaptado y actriz secundaria. Dallas Buyers Club también sumó 3, los de Matthew y Jared en ambas categorías masculinas y el de maquillaje. El gran Gatsby se llevó dirección artística y vestuario, Her mejor guión original, Cate Blanchett mejor actriz principal, Frozen el de animación y canción, A 20 pasos de la fama, mejor documental, y La gran belleza, mejor película en habla no inglesa.
LO MEJOR
Principalmente, que todos los premios fueron merecidos, lo que no quita que alguno más hubiera podido ganar perfectamente por méritos propios. Ellen DeGeneres mejoró el resultado de recientes presentadores menos atinados (tampoco tenía muy difícil superarles) y supo implicar a la plana mayor del patio de butacas con la ya famosa foto que ha batido records en Twitter o el momento pizza en plena gala. Si algo marca la diferencia entre la gala de los Oscars y el resto de galas es la capacidad para el espectáculo a todos los niveles y la actuación de Pharrell Williams fue buena muestra del despliegue que se puede organizar en un momento y en pleno directo. Y por supuesto, el reconocimiento al espectacular trabajo de Alfonso Cuarón que ya mereció por lo menos ser nominado (de estos olvidos que tienen los académicos) cuando Hijos de los hombres.
LO PEOR
Ya que ganaron todos los favoritos tampoco se puede decir que hubiera cosas realmente malas, pero da cierta pena que Leonardo DiCpario vuelva a irse de vacío por cuarta vez. Lo más curioso es que los cuatro actores que se lo han impedido (Tommy Lee Jones, Jamie Foxx, Forest Whitaker y Matthew McConaughey) son todos nacidos en Texas. La gran perdedora sin duda fue La gran estafa americana. Diez nominaciones, cero premios. Ni siquiera usaron el comodín de la compensación para haberles entregado el de dirección artística o vestuario, donde si habían hecho grandes méritos. El lobo de Wall Street tampoco ganó ninguno de los cinco a los que aspiraba, pero al menos la cinta de Scorsese contaba con ello.
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